Escrito por: LILLIAM FONDEUR (lfondeur@gmail.com)
Chiqui Vicioso y Rosa Montero
Este espacio, que todos los jueves y domingos me ofrece generosamente El Nacional, hoy lo presto a otras voces de las que quiero hacerme eco. Una de ellas es la escritora dominicana Chiqui Vicioso, a quien la XII Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2009 le rendirá un muy merecido homenaje, dedicándole el día 25 de abril. A continuación cito sus palabras:
“Solo unas líneas para felicitarte por el excelente artículo del 29 de marzo, el cual refleja las posiciones más correctas sobre el aborto terapéutico. Ciertamente, como planteé en el Congreso, debemos luchar para que el aborto jamás se convierta en un método anticonceptivo. Ello dependerá de que en las escuelas se implemente un programa de educación sexual que contribuya a que la juventud comprenda la responsabilidad que conlleva una temprana práctica de la sexualidad.
Por otra parte, celebro la reciente posición de los arzobispos católicos sobre la niña brasileña embarazada por el padrastro, y su planteamiento de que el papel de la iglesia es solidarizarse con la víctima, no imponer el dogma.
Por cierto que, armada con esa declaración, me encontré el día del homenaje del 8 de marzo a las mujeres distinguidas en el Congreso, con un diputado impulsor de la penalización del aborto terapéutico, y cuando le planteé lo que estaba sucediendo en el seno de la iglesia me dijo: “Sí, pero el riesgo es que hoy ME argumenten salud, y mañana pobreza, y luego educación”. Un “me” que revelaba la soberbia de constituirse en Dios. Entonces le pregunté que por qué no auspiciaba una campaña nacional de vasectomías, y me dijo que a falta de la pena de muerte para los violadores iba a proponer la castración química.
Ojalá y que lo veamos, en los próximos meses, cumpliendo su palabra y permitiendo que sean las mujeres quienes ejerzamos nuestro derecho a la salud de nuestros cuerpos. 16 millones de mujeres murieron en Europa, asesinadas por la Inquisición, para que hoy tengamos ese derecho, y ojalá que los y las congresistas no lo olviden y modifiquen el Artículo 30 del Proyecto de Reforma Constitucional”.
Hasta ahí lo que me escribió Chiqui Vicioso. Ahora citaré a otra escritora, la española Rosa Montero, quien en el diario madrileño El País ha escrito lo siguiente:
“No hay nadie que esté a favor del aborto: estamos a favor de su legalización y regulación porque así se evitan sufrimientos mayores. Además, por mucho que se potencien los anticonceptivos para no tener que llegar a esos extremos, siempre habrá embarazos catastróficos, problemas de salud y violaciones. El aborto es una maldita y triste necesidad. Y también es un tema que evidencia la ruindad de las personas...”. Mostrar vídeos de fetos descuartizados a alumnos adolescentes, como ha pasado en Logroño, es propio de seres morbosos y malos. Y, ya que estamos, digamos que también hace falta ser muy duro de corazón para condenar el condón en África. Pero el problema no es la religión: el mundo está lleno de cristianos maravillosos y compasivos. Estos tipos no son así porque sean católicos, sino simplemente porque son mala gente”.
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Dra. Lilliam Fondeur
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