domingo, 19 de octubre de 2008

¿En que momento nos jodimos?.

VIH en Chile

Santiago mira desde la puerta del edificio que alberga La Crónica de Lima y se pregunta: ¿En que momento se jodió el Perú? y empieza un racconto para descubrir el momento en que eso ocurrió. Es el inicio de “Conversación en La Catedral ” de Mario Vargas Llosa y que fuese libro de cabecera por algunos años para entender el drama latinoamericano. Voy a parafrasear (está de moda por estos lados) este comienzo para preguntarme por el drama en el cual estamos insertos y es: ¿en qué momento nos jodimos cuando teníamos todo para hacerlo bien?

Por supuesto que me refiero a lo que está sucediendo en mi país y todo lo que tiene que ver con la Respuesta a la Epidemia del SIDA. Por si alguien no está enterado, le voy a hacer un pequeño resumen de los últimos años en el ámbito de la epidemia.

Cuando Chile se adjudicó el Proyecto Fondo Global estaban todas las condiciones para hacer de este Proyecto una experiencia exitosa, como nunca antes las condiciones eran favorables. Creo que era difícil buscar supuestos (en la jerga de proyectos) que pudieran afectar en forma negativa la ejecución del Proyecto.


El 4 de diciembre de 2001 se había promulgado la Ley 19.779, más conocida como la Ley del SIDA con las firmas del Presidente de la República , señor Ricardo Lagos y de la Ministra de Salud, Dra. Michelle Bachelet, quien a su regreso del exilio se había incorporado al Sistema de Salud Metropolitano Occidente y posteriormente a la Comisión Nacional del SIDA. El 15 de enero de 2006 y en segunda vuelta, Michelle Bachelet se convertiría en la primera mujer en asumir el máximo cargo de la nación. Que mejor situación para las organizaciones con trabajo en VIH, ya que además se prometía un “Gobierno Ciudadano”, es decir, un papel relevante de la sociedad civil.

Por el lado de las organizaciones sociales, existían dos redes que agrupaban a la mayoría de la organizaciones con trabajo en la temática y el Proyecto Fondo Global vendrá a fortalecer esas alianzas. Y en el plano administrativo, se había licitado el manejo de los recursos a un Consorcio con experiencia en el manejo de fondos internacionales como el Consejo de las Américas y la Fundación Ideas , entidades, además, que habían jugado un importante rol en el ámbito del fortalecimiento y el apoyo a las organizaciones de la sociedad civil.

Rápidamente el proyecto chileno deja de hacer informes trimestrales para hacerlos semestrales en una demostración de la seriedad con que se está ejecutando el proyecto y obtenemos calificaciones A.

En el último semestre del año cuatro, el Ministerio de Salud anuncia que no utilizará los recursos del Proyecto Fondo Global para la compra de los medicamentos, sino que estos serán adquiridos, en su totalidad, con fondos nacionales; por lo tanto, libera ocho millones de dólares. Esta es una muy buena noticia ya que se empieza a negociar una extensión del proyecto chileno a un año de su término.

Si nos situamos en abril del 2007, podemos detectar algunos hechos que enturbian el éxito de nuestro proyecto. Lo primero es que el cambio real de la moneda siempre estuvo más abajo que el valor de dólar con el cual ejecutamos el proyecto, es decir, solicitamos recursos del último año para cubrir la pérdida del cambio real, esperanzados que la moneda estadounidense se recuperaría, pero la Administración de Bush hizo las cosas peor y la moneda siguió bajando; lo otro es que no estaba claro como hacer exigible el compromiso del estado en la adicionalidad de los recursos que suponía el Proyecto y como se iban a financiar las acciones de prevención que se estaban emprendiendo con los recursos internacionales; y, unido a esto, que teníamos un “deadline”, una fecha de término inamovible y las organizaciones no habíamos generado estrategias de sustentabilidad eficaces. Pero la posibilidad cierta de contar con los recursos que el estado había “liberado”, prometían un cierto respiro.

¿Qué pasó después que ahora se nos presenta el futuro más negro?

En agosto de 2007 se presenta una denuncia por parte de Jorge Osorio, Director del Consejo de las Américas contra Cristian Moscoso por apropiación indebida de fondos del Consejo. Posteriormente habrá una acción judicial de Cristian Moscoso contra Jorge Osorio.

En octubre de 2007, representantes del Comité País somos convocados, por el Fondo Global, a un Taller Regional en la ciudad de Bogotá, Colombia. En medio de este encuentro explotó una bomba que hasta hoy podemos medir las consecuencias. Un correo anónimo, enviado a las máximas autoridades del Fondo Global y de nuestro país, decía que había corrupción en la organización que administraba los recursos del Fondo Global. Este correo, sin aportar ninguna prueba, movilizó una serie de reuniones y empezamos a saber que ciertas salvaguardas, que nosotros pensábamos que estaban respaldadas, en realidad no lo estaban. Fuera de Chile, el Comité País se entera que Cristian Moscoso, Director Técnico del Consejo de las Américas del Proyecto Fondo Global ha sido despedido y por tal situación no asiste a Bogotá, a pesar de estar invitado como expositor en dicho encuentro.

Siete meses más tarde y con la cobertura de una noticia impactante (domingo 25 de mayo de 2008), el Diario La Tercera titulará en portada acerca de la crisis que se vive en torno a las “platas del SIDA” y de ahí se viene una seguidilla de denuncias y contradenuncias, el rol del Directorio del Receptor Principal que integran cuatros ministros y un representante del gobierno de los EE. UU. Y el papel de la Price Waterhouse , entidad que son “los ojos del Fondo Global en Chile” y que frente a este caso ha guardado el discreto silencio que tienen las empresas auditoras.

Por medios de prensa se sigue sosteniendo que los dineros faltantes son del Proyecto Fondo Global, mientras que el Presidente del Consejo de las Américas, Santiago Araya, refiere que son fondos de la institución y que los dineros del Fondo han sido ejecutados de acuerdo al Proyecto.

Una de las posibilidades de obtener financiamiento es la 8va Ronda que convoca el Fondo Global, pero Chile no es elegible por cuanto no tiene estudios de seroprevalencia, requisito sine qua non para los países de ingreso medio-alto. Esto a pesar de contar con una serie de estudios licitados de los cuales pocos conocemos y que no han sido liberados por el Ministerio de Salud. Sólo nos queda el Proyecto de Reinversión.

El 30 de septiembre de este año, la CONASIDA comunica a catorce profesionales que trabajan en ese departamento y que se encuentran adscritos al Proyecto Fondo Global que son desvinculados, ya que el Ministerio de Salud no puede contratarlos, ni pagarles sus honorarios. El viernes 10 de octubre, VIVO POSITIVO y ASOSIDA presentan un recurso de protección contra la Ministra de Salud porque esta medida “…pone en grave riesgo la vida y la salud de la población…”. Una de las recurrentes es la Diputada y Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Karla Rubilar. Por primera vez, las organizaciones sociales se hacen acompañar de una diputada de derecha para recurrir contra la Ministra Barría. Debemos recordar que la diputada Rubilar pertenece a ese partido político que votó a favor un Proyecto de Acuerdo que solicitaba a la Ministra de Salud incorporar en las Campañas de Prevención de SIDA: la abstinencia y la pareja fiel. El aporte de la bancada de Renovación Nacional a ese acuerdo fue de 9 votos afirmativos y sólo uno en contra. Es decir, ahora somos socios con aquellas/os que han torpeado las Campañas de Prevención de SIDA, que las han llamado “…indecentes y que fomentan la promiscuidad…”

Lo demás es más reciente, el 14 de octubre se dio a conocer que el Hospital de Iquique no había notificado a 100 personas de la situación serológica que los aquejaba, y que detectada la anomalía aún no se ubicaban 25 personas. Parlamentarios de derecha con algunos apoyos de la Concertación piden la cabeza de la Ministra , otros solicitan un cambio de la ley y los más demuestran su ignorancia frente al tema.

Hoy domingo, la Ministra ha anunciado la creación de un (nuevo) Consejo Consultivo del SIDA. Parece que, por la vía de los hechos, el Comité País pasó a mejor vida, no es el referente. La asociatividad con la sociedad civil, que fue la primera en dar respuesta a la epidemia del sida, y la experiencia del Comité País no están en los planes de las autoridades. La sociedad civil creyó que era una instancia de representación de los diversos intereses y una forma moderna de gobernabilidad y solución de los conflictos; pero al parecer, el gobierno ciudadano y de relación con la sociedad civil se acabó. Sólo duró el veranito del Fondo Global.

Quizás con estos antecedentes sepamos, en que momento nuestras decisiones contribuyeron a que termináramos aislados del ámbito de la toma de decisiones, sin interlocución parlamentaria, sin visibilidad de los éxitos en los medios de comunicación… ¿cuál de nuestros dirigentes dará un paso adelante, hará la autocrítica correspondiente y nos dirá en que momento nos jodimos y perdimos la mejor oportunidad que hemos tenido?


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LEONARDO ARENAS OBANDO

www.forosida.cl

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